Rafael Amargo regresa con fuerza al epicentro del arte escénico. Lo hace en Barcelona, donde presenta Luz y fuego, un espectáculo de esencia variable que desafía las etiquetas y se alimenta de múltiples géneros musicales. En la intimidad de la maravillosa librería Byron, el bailaor granadino conversa con Paula Añó sobre este nuevo proyecto, que no solo es una propuesta escénica, sino también el cimiento simbólico que da pie a su segunda etapa como profesional: una etapa de apertura, reinvención y libertad creativa.