JP Morgan, institución financiera de innegable prestigio internacional, ha lanzado una seria advertencia sobre el deterioro –más bien hecatombe– del clima político en España. En su informe público más reciente respecto la salud reputacional española, variable clave para entender el atractivo inversor de cualquier región del mundo, la entidad alerta de que los escándalos de corrupción que sacuden al PSOE han comenzado a tener efectos tangibles en la economía, afectando negativamente tanto a la inversión privada como a la confianza del consumidor. De momento «limitado», la advertencia se acompaña de una petición para aplicar medidas correctivas mientras se esté a tiempo.
Los analistas del banco consideran, refrendando dicha opinión con indicadores, que la creciente incertidumbre política derivada de los casos de corrupción -a saber, Ábalos, Santos Cerdán, y las investigaciones judiciales en curso— está erosionando la estabilidad institucional. En un gesto nada habitual en los informes de esta naturaleza -imaginen como está la cosa-, JP Morgan sostiene que unas elecciones anticipadas podrían representar una vía hacia una mayor claridad política, usando incluso el término «estabilidad» para describir el potencial resultado de un nuevo escenario electoral.
El informe no pasa por alto un dato clave si nos centramos en la busca de estabilidad. Un gobierno liderado por el Partido Popular, con apoyo de Vox, es un escenario plausible según las encuestas actuales. Esta fórmula no está exenta de riesgos -especialmente por la fragmentación del sistema político-. Una mayoría moderada más amplia es clave para facilitar decisiones fiscales más sólidas, un guiño claro a los mercados. Vamos, que Feijóo tiene que ponerse las pilas.
🔴 ÚLTIMA HORA | JP Morgan advierte que los escándalos de corrupción ya están afectando a la inversión y que unas elecciones anticipadas aportarían "estabilidad" pic.twitter.com/VmGuZJnAuW
— ViOne (@viOnemedia) June 20, 2025
La economía del Estado no es que pase por su mejor momento. Ya antes de estos signos de debilidad e inestabilidad institucional, las recetas del actual Gobierno estaban siendo causantes de un crecimiento en apariencia, pero con numerosas taras para quién se molesta en mirar más allá de los eslóganes sanchistas.
Resulta llamativo que esta advertencia provenga de una institución financiera que históricamente evita valoraciones políticas explícitas. El mensaje implícito es transparente: la erosión de la confianza institucional, provocada por escándalos que afectan directamente al partido en el Gobierno, ya está generando consecuencias económicas. El aclaparador silencio institucional y las maniobras para dilatar responsabilidades tienen un coste mayor del que el Ejecutivo está dispuesto a reconocer.
