El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se mostró ayer convencido de que con el tiempo el catalán acabará siendo oficial en la UE a pesar de que la unión ya ha rechazado por séptima vez esta posibilidad. En una rueda de prensa ofrecida en Galicia, Illa aseguró que no pararán hasta lograrlo porque quienes defienden la oficialidad en la UE del catalán, el gallego y el euskera tienen «razón». El presidente autonómico añadió que esta es una causa «que no hace daño a nadie«.
Menos amable se mostró el líder de Junts y prófugo de la Justicia española, Carles Puigdemont, que en un mensaje publicado en X exigió a Illa y al PSOE «menos gesticulaciones y más cumplir la ley». También denunció que «la causa de la oficialidad viene de lejos» y que a los socialistas «les importaba un rábano». Y razón no le falta pues la implicación del PSOE en la defensa de este objetivo está motivada porque se trata de una exigencia de Junts para seguir manteniendo a Pedro Sánchez al frente del Gobierno.
