Calviño y el Efecto Manzanera — Las presiones sobre el INE para inflar el PIB tras la pandemia agravan la desconfianza en las estadísticas oficiales.
La lenta recuperación de la economía española tras la debacle causada por la mala gestión de la pandemia por el gobierno de Sánchez puso muy nerviosa a Calviño, responsable del Ministerio de Economía en aquel momento, y alteró más de lo habitual a Montero, la bailaora que lleva siete años al frente del Ministerio de Hacienda. Tras numerosas críticas vertidas por las ministras del área de Economía contra Rodríguez Poo, entonces presidente del INE, y darse por hecha su destitución, éste presentó su dimisión el 27 de junio de 2022. El motivo de la disputa era que los precios de la energía y el índice de precios al consumo habían empezado a aumentar con fuerza a partir del primer trimestre de 2021 y el PIB se recuperaba con lentitud. Según las dos ministras, el INE aplicaba una metodología inadecuada que sobrevaloraba el crecimiento de los precios e infravaloraba el de la producción.
Como las presiones no hicieron mella en Rodríguez Poo, catedrático de Econometría de la Universidad de Cantabria, el gobierno decidió encargar a Elena Manzanera, que había desarrollado su carrera profesional en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) desde 1994. Entre 2004 y 2019, ejerció de subdirectora del Área de Coordinación, Comunicación y entre 2019 y julio de 2022 desempeñó el cargo de directora del IECA. Pocas semanas después de la dimisión de Rodríguez Poo, Elena Manzanera se hizo cargo de la presidencia del INE con el encargo de introducir cambios en la metodología seguida por el INE en la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) a fin de corregir las supuestas sobrevaloraciones del PIB e infravaloraciones del crecimiento de los precios que habían provocado la dimisión de Rodríguez Poo.
Los medios de comunicación se han hecho eco esta semana de las presiones que ejerció la ministra Calviño sobre el presidente del INE y sus exigencias de que cesara a algunos altos cargos del INE, yendo incluso mucho más allá de lo que reconoce en su reciente libro para elevar las cifras de crecimiento económico porque los datos de la CNTR no cuadraban con sus expectativas de recuperación. La Asociación de Estadísticos Superiores del Estado ha emitido una dura nota en la que denuncia la inadmisible injerencia en el INE de la que fuera vicepresidenta primera del Gobierno de Sánchez y actual presidenta del Banco Europeo de Inversiones, algo “incompatible con el Código de Buenas Prácticas de la Estadísticas Europeas” y con el artículo 30.1 de la Ley de la Función Estadística Pública donde se reconoce que el INE, en el desarrollo de sus competencias técnicas, “gozará de la capacidad funcional necesaria para garantizar su neutralidad operativa”.
Según recogen los medios de comunicación, Calviño reconoce haber hecho malabarismos “para no cuestionar en público el trabajo del INE[…] pero si podíamos ayudarles a nivel técnico para mejorar sus metodologías, y eso hicimos, procurando llevarlos a buscar la coherencia de los distintos indicadores, a incorporar técnicas más modernas, a adaptarlo al mayor peso de la economía digital y aprovechar la disponibilidad masiva de datos en tiempo real”. En fin, que una persona que obtuvo su licenciatura en Ciencias Económicas en 1991 y entró en el Cuerpo Técnico Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado en 1994, se considere capacitada para corregir la metodología empleada por catedráticos de Econometría y estadísticos del Estado con gran experiencia en la elaboración de cuentas nacionales resulta, por utilizar un calificativo suave, ridículo.
Lo cierto es que desde que llegó Manzanera a la presidencia del INE, las revisiones al alza del PIB comenzaron de inmediato y se han repetido en varias ocasiones. Creo haber sido uno de los primeros economistas en cuestionarlas en varios artículos publicados en los diarios El Liberal.cat y Expansión y en la revista Consejeros, medios a los que agradezco su valentía. Al lector interesado en el tema, le remito a releer o leer, si no lo hizo en su momento, los artículos que he publicado sobre este asunto tan delicado:
¿De veras aumentó el PIB en 2022?
El Liberal.cat, 6 de agosto de 2022
Revisión al alza del PIB bajo sospecha
El Liberal.cat, 1 de octubre de 2022
El PIB ya no es lo que parece
Revista Consejeros, 15 de enero de 2023
¿Cuánto creció el PIB en 2022?
El Liberal.cat, 4 de febrero de 2023
Crecimiento del PIB en España: cifras y dudas
Expansión, 16 de septiembre de 2023
https://www.expansion.com/economia/2023/12/07/657123b0e5fdeacd718b456d.html
¿Va tan bien la economía como nos dicen?
Expansión, 7 de diciembre de 2023
https://www.expansion.com/economia/2023/12/07/657123b0e5fdeacd718b456d.html
El INE cambia de opinión otra vez
Revista Consejeros, 4 de octubre de 2024
Cuadro 3. Tasas de crecimiento anuales del PIB 2020-2023

Fuente: elaboración propia a partir de la CNTR, INE.
No quiero extenderme aquí en exceso, pero para que ustedes se hagan una idea de lo sucedido he incluido aquí el Cuadro 3 de mi artículo “Tres décadas de economía española, cuatro presidentes”, publicado también en la revista Consejeros en diciembre de 2024 y disponible en mi blog. El cuadro resume el impacto de las sucesivas revisiones del crecimiento del PIB realizadas por el INE entre el 29 de julio de 2022 y la revisión extraordinaria del 18 de septiembre de 2024, esto es, en los dos años siguientes a la dimisión de Rodríguez Poo. Como puede observarse en la última línea que resume el impacto de todas las revisiones, la estimación del PIB aumentó 1,1 puntos porcentuales en 2021 y 0,7 puntos porcentuales en 2022. Desconozco lo ocurrido desde entonces, pero apostaría a que el Efecto Manzanera, como bauticé a las sucesivas revisiones al alza del PIB impulsadas por la vicepresidenta Calviño, haya seguido elevando las cifras de crecimiento del PIB.
Que Calviño se muestre muy orgullosa de haber ayudado al INE a mejorar la metodología empleada contrasta con la actitud de los estadísticos del Estado que denuncian la injerencia no solicitada de una amateur en la materia cuyo objetivo manifiesto era elevar las tasas de crecimiento económico. A los economistas que utilizamos las estimaciones de Contabilidad Nacional para calibrar el estado de la economía española, la actuación de Calviño sólo ha servido para que miremos con mayor aprehensión y desconfianza las cifras publicadas por el INE desde mediados de 2022. Esta lamentable situación recuerda lo ocurrido en otras instituciones del Estado como el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, la Fiscalía General del Estado, el Centro de Investigaciones Sociológicas, la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, etc., que han padecido las injerencias de los gobiernos de Sánchez y no han podido desarrollar sus funciones con neutralidad e independencia.





