Agentes de la Policia-Mossos d’Esquada de la División de Investigación Criminal (DIC) de Barcelona detuvieron el 12 de agosto a dos mujeres de 22 y 25 años tras recibir varias denuncias por parte de personas de edad avanzada alertando de estafas llevadas a cabo por falsas revisoras del gas.
Según explica la policía catalana a través de un comunicado, se detectó un elemento diferente con respecto a la operativa habitual en esta actividad delictiva: Habitualmente los que llevan a cabo estas estafas de falsos revisores son hombres uniformados que, presuntamente, se identifican como personal de las empresas suministradoras. En este caso, el rol lo representaban dos mujeres, de buena presencia y trato cordial, hecho que generaba confianza en las víctimas. Por otra parte, cuentan los Mossos, estas personas disponían de alguna forma de una base de datos de personas ancianas que vivían solas.
Habitualmente los que llevan a cabo estas estafas de falsos revisores son hombres uniformados. En esta ocasión, eran dos mujeres de buena presencia y trato cordial quienes se ganaban la confianza de las víctimas
Las arrestadas, en coordinación con otras personas que están siendo investigadas, se ponían en contacto telefónicamente con las víctimas para concertar una visita con los operarios. El hecho de las interlocutoras se dirigiesen por el nombre y apellidos generaba, según los Mossos, más confianza, por lo que accedían a concertar el encuentro.
Las dos mujeres se ganaban la confianza de las víctimas, con quienes contactaban telefónicamente para concertar una visita
Una vez en la vivienda hacían ver que revisaban la caldera y solicitaban facturas antiguas para comprobar que todo era correcto. Sin embargo, encontraban algún error en las facturas por lo que el pagador tenía derecho a un reembolso. Es en ese momento en que pedían el PIN asociado a la libreta o tarjeta con el pretexto de que era imprescindible para tramitar la devolución.
Paralelamente otro falso operario accedía a la vivienda por la puerta principal, que las dos mujeres habían dejado abierta, para localizar la libreta o la tarjeta y así poder realizar compras, transferencias o retiradas de efectivo en cajeros.
Una vez en la vivienda, solicitaban facturas y con la excusa de un cargo erróneo pedían a los ancianos el PIN de su cuenta o tarjeta
Víctimas vulnerables
La vulnerabilidad de las víctimas, al tratarse de personas de avanzada edad con ingresos muy limitados, en la mayoría de casos, se traducía en la precariedad económica en la que quedaban después de que les sustrajeran el poco dinero que tenían, por lo que debían acudir a la red de amigos y familiares para poder hacer frente a los gastos mensuales. Es por este motivo que los hechos han tenido la consideración de agravados y la Fiscalía ha solicitado una pena más contundente para los delitos investigados.
Sant Martí, Sant Andreu, Cornellá, l’Hospitalet y Badalona
Los investigadores del grupo de Multireincidentes del Área de Investigación Criminal de Barcelona y de las Unidades de Investigación de las comisarías de Sant Martí, Sant Andreu y Cornellá también identificaron y detuvieron a las personas del grupo que realizaban la tarea de conductor, que quedó en libertad con cargos.
43.000 euros sustraídos a 13 víctimas
Hasta el momento los agentes han constatado que los investigados se habrían apoderado de aproximadamente 43.000 euros de trece víctimas en las poblaciones de Barcelona, Cornellá, Hospitalet y Badalona. En el caso de una de las víctimas, residente en Cornellá, además de llevarse el dinero se apropiaron de joyas por un valor de 17.000 euros. Los investigadores siguen trabajando para determinar si ha habido más víctimas.
El 13 de agosto las dos mujeres arrestadas pasaron a disposición judicial e ingresaron en prisión por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Cornellá de LLobregat.
