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CCOO presenta su propuesta para dignificar la campaña de recogida de la fruta en Lleida

El proyecto "Campaña de recogida de la fruta de Lleida. Análisis y propuestas de CCOO" aborda los problemas estructurales, como la precariedad laboral, que se generan cada año con la llegada masiva de temporeros. Problemas agravados por la crisis sanitaria actual

Varias personas pasean junto a un albergue para temporeros junto a la Fira de Lleida. Foto. Europa Press.
Varias personas pasean junto a un albergue para temporeros junto a la Fira de Lleida. Foto. Europa Press.

«Esta propuesta debe ser un punto de partida para dialogar y empezar a trabajar con los diferentes agentes implicados en la campaña agraria. Es decir, Generalitat de Catalunya, Subdelegación del Gobierno, administraciones locales (Ayuntamiento de Lleida), patronales agrarias, sindicatos y organizaciones sociales acerca de cómo debe ser y que se debería cambiar para dignificar, de una vez por todas, la campaña de recogida de la fruta en Lleida», ha asegurado Cristina Rodríguez Vila, secretaria general de CCOO de les Terres de Lleida, durante la presentación del proyecto Campaña de recogida de la fruta de Lleida. Análisis y propuestas de CCOO, desde la sede del sindicato en la ciudad leridana. Rodríguez, acompañada de Toni Mora, secretario de Política Territorial, Acción Social, Barcelonés i Migraciones de CCOO de Catalunya y Ventura Campo, responsable de Agricultura de CCOO de les Terres de Lleida, ha reconocido que algunas de las nueve propuestas recogidas, ya se han planteado en algún momento durante los últimos 25 años.

Problemas «estructurales» en el primer sector de actividad

En las tierras de Lleida, el sector primario y la industria agroalimentaria representan el 40% del PIB y ocupan al 15,14% de los/as trabajadores/as. Por tanto, es el sector de actividad más importante, después del de servicios. La secretaria general de CCOO de les Terres de Lleida ha admitido que los problemas originados cada año durante la campaña de recogida de la fruta en Lleida son «estructurales»: «Cada año acuden, de forma masiva, trabajadores/as de diversos lugares y nacionalidades. Algunos tienen contrato, otros no. También se da el caso de temporeros que vienen sin papeles, de manera que los payeses no los pueden contratar. ¿Qué hacen? ¿Dónde van? ¿Trabajan en negro? ¿Dónde duermen?», ha inquirido Rodríguez. «Como territorio -prosigue- no hemos sido capaces de actuar y dotarnos de los recursos necesarios para afrontar de manera anticipada la llegada de las personas que vienen a trabajar sin contrato de trabajo a Lleida, durante años».

Ropa colgada en una valla en el albergue de temporeros junto a la Fira de Lleida, el pasado 6 de julio. Foto: Europa Press.

El sector agrario está regulado por el Convenio colectivo agropecuario de Cataluña (DOGC, Resolución TSF/3126/2018, de 3 de diciembre) y el Convenio colectivo del sector de recaudación, almacenaje, manipulación y venta de fruta y verdura de las comarcas de Lleida. Ambos convenios constituyen el marco de relaciones laborales que deben regir las condiciones laborales y sociales de todos los/as trabajadores/ras del campo. Su cumplimiento es obligatorio y ayuda a dignificar un sector precario de por sí.

«Como territorio no hemos sido capaces de actuar y dotarnos de los recursos necesarios para afrontar de manera anticipada la llegada de las personas que vienen a trabajar sin contrato de trabajo a Lleida»

Cristina Rodríguez, secretaria general de CCOO de les Terres de Lleida.

Propuestas que abordan problemas «candentes»

El proyecto contiene nueve propuestas entre las que destacan la posibilidad de que todas las contrataciones de trabajadores pivoten alrededor del SOC, frenar los abusos laborales por parte de algunas ETT y la recuperación de la subvención para el mantenimiento y la mejora de los alojamientos agrarios. El proyecto se hará llegar a todas las administraciones y patronales vinculadas al sector, tal y como han anticipado desde la CCOO.

El sindicato propone que el SOC sea el organismo central de la gestión de la bolsa de trabajo de los trabajadores del campo en las tierras de Lleida. Las patronales agrarias podrían dar continuidad a su bolsa de trabajo y los payeses podrían contratar directamente, siempre que lo comuniquen al SOC.

Las ETT, responsables directas de la precariedad laboral en el campo según el sindicato, deberían cumplir las condiciones laborales que constan en el convenio colectivo del sector. Además, deben acreditar que alojarán, con todas las garantías y en condiciones dignas, a los trabajadores contratados. Finalmente, los ayuntamientos deberían disponer de las herramientas necesarias para articular y facilitar la gestión administrativa de las personas que llegan a los municipios en busca de trabajo con el SOC.

Como colofón, y desde hace 10 años, los payeses no reciben dinero público para habilitar, mantener o mejorar los alojamientos de los trabajadores del campo. El año pasado, el Departament de Treball, Afers Socials i Famílies, de la Generalitat, anunció la intención de abrir una línea de subvenciones para la construcción, reforma o mejora de los alojamientos destinados a los temporeros que participan en la campaña de recogida de la fruta. El Govern, a día de hoy, todavía no ha facilitado esa subvención.

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