Los vericuetos de la política conducen en ocasiones a paraderos sorprendentes. Es el caso de que los diputados de Junts per Catalunya vayan a votar a favor de un reclamación de sus antagonistas políticos, Ciudadanos, para que el eurodiputado fugado de la justicia española, Carles Puigdemont, comparezca en el Parlamento. La pretensión de los liberales progresistas es que Puigdemont dé cuenta sobre los contactos que el Ejecutivo catalán habría tenido con las autoridades rusas para promover el proyecto separatista. Asimismo, los neoconvergentes también darán el visto bueno a la otra pretensión de Cs en el asunto: que el jefe de la oficina del expresidente, Josep Lluís Alay, comparezca por idénticas razones.
Es más, JxCAT no solo apoya estas dos comparecencias, sino que agrega una tercera: la del abogado de Puigdemont Gonzalo Boye. Los motivos aducidos por los nacionalistas son los de garantizar la máxima transparencia en relación a las últimas informaciones con respecto al papel de la trama rusa en el procés, que achacan a movimientos en la sombra de las cloacas del Estado.
Cs apela al «coraje» de Puigdemont
Las comparecencias reclamadas por el partido naranja tienen lugar después de que The New York Times publicase los supuestos contactos entre procesistas y exagentes de inteligencia rusos. El prestigioso rotativo norteamericano se basaba en informes de la Guardia Civil pero también a un informe de diez páginas de la inteligencia europea. Ante estos hechos, el portavoz de Ciudadanos, Nacho Martín Blanco ha exigido que «Puigdemont tenga la Valentía y el coraje de dar la cara ante la ciudadanía de Cataluña».
