Fracasan los actos del 1-O: falta de asistencia y abucheos a los líderes separatistas

Si la fuerza actual del separatismo se midiese por el éxito de los actos conmemorativos del quinto aniversario del 1 de octubre, habría de concluirse que es escasa. Y es que la instantánea que ofrecen no resulta halagüeña para el movimiento. En primer lugar, el pinchazo en cuanto a número de asistentes ha sido notorio. Así, según la Guardia Urbana, el acto convocado por el Consell per la República —el gobierno secesionista en la sombra presidido por el expresident prófugo Carles Puigdemont—  en el Paseo de Lluis Companys apenas ha reunido a 11.000 personas. También significativa es la elevada media de edad de los asistentes, según han hecho notar los distintos cronistas.

A ello se le suma la hostilidad que han mostrado los manifestantes en diferentes momentos de los actos y protestas. Así, la intervención de la expresidenta Carme Forcadell —condenada por los hechos del procés y posteriormente indultada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez— ha sido fuertemente abucheada, abundando un grito en particular: «Traidora». «Comprendo la desilusión y la decepción de parte de los catalanes», han sido sus palabras, que solo han hecho que redoblar los insultos de los asistentes.

Contra JxCAT, ERC y Junts

Otro hecho indicativo del desengaño de los partidarios de la secesión tuvo lugar anoche a las puertas del Parlament, donde un grupo de radicales secesionistas, con antorchas en las manos, prendió fuego a un cúmulo de sillas con los nombres de los partidos Junts per Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya y la CUP.