”Yo quiero ganar o minimizar lo que representa Aliança Catalana”. Artur Mas, expresidente del Govern por la ya extinta CiU, compartió en un entrevista con Joel Díaz -publicada el pasado martes- sus recetas para hacer frente a Sílvia Orriols, distanciándose políticamente de su proyecto y circunscribiendo la formación en el espectro de la “extrema derecha”. Con un tono más conciliador que el del resto de agentes del “consenso democrático”, eso sí, Mas destaca que, en democracia, las opiniones que expresa Aliança Catalana deben considerarse como un ejercicio válido que ha de combatirse desde la confrontación de ideas. “Yo soy partidario de confrontar continuamente ideas con Aliança Catalana para demostrar, delante de mucha gente, que sus recetas no funcionan”
El President Mas es posa tens quan en Joel Díaz li pregunta sobre Aliança. És un insult que ho compari amb la CUP i que vulguin vendre el discurs de: tots dos són radicals.
— Ramon Audet i Sánchez🤠 (@AudetRamon) May 1, 2025
Però sí, confrontem idees i així deixarem clar que Junts no té personalitat i que li fan el joc al PSOE. pic.twitter.com/CsvWZtjbF1
Pese a la contundencia y seguridad de sus palabras, los de Orriols encaran el reto con tranquilidad. “Sí, confrontemos ideas. Así verá la ciudadanía quien defiende verdaderamente sus intereses”. Esta es la respuesta que fuentes internas del propio partido dan. No parece haberles sentado tan bien la equiparación con la CUP, que Mas reafirma como contrapartida de Aliança dentro del tablero ideológico, y que desde el partido derechista consideran manifiestamente más radical y antidemocrática que los psotulados que ellos defienden. No hay que olvidar en este aspecto la historia de altercados entre formaciones; Aliança se ha querellado en más de una ocasión contra los anticapitalistas por numerosos escraches e incluso un caso de presunta agresión.
Por su parte, los críticos de Orriols no comparten la diagnosis del expresident. Partidarios en su mayoría del cordón sanitario, bien por principios o por miedo a la inequívoca sangría electoral, sectores de Junts se reafirman en su negativa de dialogar con Aliança, negándoles su categoría como interlocutor político válido mientras intentan emular partes clave de su discurso y no dejan de perder votos a su favor.
