Elda Mata dirá adiós a la presidencia de Sociedad Civil Catalana (SCC) el próximo día 30. Así lo ha comunicado ella misma en un escrito dirigido a los miembros de la entidad en el que ha recordado que llegó a SCC en 2019 y que asumió la presidencia de la asociación constitucionalista en 2022. «Desde su fundación», ha señalado Mata, «cada uno de los presidentes de SCC hemos intentado dar lo mejor de nosotros mismos para afianzar la entidad de nuestra asociación como referente de la sociedad civil en la defensa de la unidad de España y el cumplimiento del ordenamiento jurídico amparado en la Constitución. A lo largo de estos 11 años hemos atravesado momentos ciertamente difíciles y muchos otros de los que podemos sentirnos muy orgullosos».
Mata ha explicado que entró en SCC porque «encajaba mejor» con su objetivo de «colaborar, como ciudadana, en el fortalecimiento de la sociedad civil como contrapeso a las organizaciones políticas en los momentos de deriva de sus responsabilidades». «Dar voz a los que sufren a consecuencia de la muerte civil, defenderles y visibilizar que el estigma de la supremacista ideología nacionalista se contagia y que sus frutos son perversos«, ha añadido en su escrito de despedida, «pude hacerlo desde la Agrupación Territorial de Gerona y después formando parte de la Junta Directiva presidida por Fernando Sánchez Acosta».
La figura Álex Ramos
La todavía presidenta de SCC ha asegurado que la asociación tiene una «marca robusta» producto del trabajo conjunto «para que tuviera la credibilidad que se cimienta sobre el rigor, la coherencia y la transparencia». «El hecho diferencial de Sociedad Civil Catalana es su transversalidad», ha subrayado, «mantener esa transversalidad requiere criterios claros y sólidos y firmeza para mantenerlos».
Elda Mata ha agradecido a todos los que dentro de SCC han colaborado con ella en su etapa al frente de la entidad. Sobre todo a Álex Ramos, vicepresidente y del que ha destacado «sus incuestionables valores democráticos, que ha defendido y seguirá defendiendo, a pesar de las consecuencias sufridas, precisamente, por su compromiso con SCC desde su fundación». «No podía haber tenido mejor lugarteniente«, ha añadido, «he recibido de él y del resto de mis compañeros lealtad, compromiso, cariño y un incesante caudal de ideas y opiniones expresadas con el máximo respeto, con el único objetivo de consensuar las mejores decisiones».
