En mitad de una pandemia que, a día de hoy, ha dejado en Cataluña más de 11.000 muertos y 63.000 infectados, el objetivo prioritario de Quim Torra sigue siendo la secesión de Cataluña. Así lo afirma hoy en un artículo publicado en La Vanguardia titulado Cataluña y la vida, en el que, además, descarta convocar elecciones en Cataluña, tal y como exigen sus socios de Esquerra Republicana y él mismo había prometido en enero.
Así, en el artículo, que celebra su segundo aniversario como presidente autonómico, Torra reivindica que su principal meta ante una crisis sanitaria como la actual no puede ser otra que aspirar a todos los «recursos» y la «soberanía». Esto es, la «independencia». «Son dos años marcados por la vulneración de derechos humanos y fundamentales, empezando con el 155 y ahora con el estado de alarma, pasando por juicios, prisiones y exilios ignominiosos. Hoy más que nunca, con más fuerza y claridad, toman sentido las últimas palabras del discurso de investidura. Por Cataluña y por la vida«, argumenta Torra.
No es el momento de abocar al país a una «competición descarnada»
Por otra parte, responde a la petición de ERC -a la que se han sumado el PSC, los comunes y el PP- de convocar comicios en Cataluña en cuanto sea posible. «Ahora», explica el president en el escrito, «no es momento de abocar el país, las instituciones y los partidos a un proceso electoral que disolvería el Parlament y su capacidad legislativa y que convertiría aquello que tiene que ser el momento de la cooperación en una competición descarnada de interés de los partidos«. Por el contrario, en estos instantes conviene situar al país por delante de los partidos «por responsabilidad y rigor». Y es que, recuerda, «si no convocamos unas elecciones para poder aprobar un presupuesto, tampoco lo haremos ahora en medio de la emergencia sanitaria, económica y social mayor de los últimos tiempos».
Reivindica a los «héroes del imposible» de los años 30
Por lo demás, en la tribuna Torra no duda en vindicar a aquellos «héroes del imposible de aquellos años treinta que cambiaron de manera brillante el futuro de los catalanes» -recordemos que el presidente ha declarado en diversas ocasiones su admiración por los hermanos Badia, creadores de milicias de corte fascista-, así como en asegurar que la actuación del Estado en octubre de 2017 para impedir la tentativa rupturista de la Generalitat supuso «la cara más oscura del Estado desde la restauración borbónica».
