El recibo de la luz sigue, desgraciadamente, acaparando titulares. A mediados de enero, la factura eléctrica del usuario medio alcanzó los 88 euros, casi 20 euros más que el año pasado. Como usuario medio, la organización hacía referencia al que consume 366 kWh mensuales y tiene una potencia contratada de 4,4 kW, a partir del análisis de miles de facturas de viviendas habitadas.
Así pues, en plena ola de frío, se produjo un encarecimiento interanual del precio del kWh de electricidad de un 40%. La tarifa media del kWh se situó en 18,78 céntimos (impuestos indirectos incluidos), frente a los 13,41 céntimos del mismo periodo del año pasado.
En aquel momento, FACUA ya reclamaba una bajada sustancial de los impuestos que se aplican a la factura eléctrica. En la actualidad, se supera el 27% ya que al IVA general del 21% se suma el impuesto especial sobre la electricidad. Este último es un 5%. Transcurridos cuatro meses, ahora en Bruselas les dan la razón.
Impuestos demasiado altos, según la CE
“El impuesto especial español sobre el consumo de luz en los hogares está muy por encima del mínimo de la UE, establecido por la Directiva sobre fiscalidad de la energía. En cuanto al impuesto sobre el valor añadido (IVA), España puede aplicar un tipo impositivo reducido a la electricidad suministrada a los hogares, de conformidad con el artículo 102 de la Directiva sobre el IVA”. Así lo ha asegurado el Ejecutivo comunitario en respuesta a las preguntas de ayer por parte del eurodiputado de Junts, Toni Comín. El eurodiputado quería conocer la opinión de la Comisión Europea sobre el precio de la energía en España y si estaban en contra de una reducción impositiva.
“Se podría bajar el IVA de los primeros kWh consumidos. O aplicar el 4% a los primeros KWh, y el 10% a los restantes. Es necesario que el Gobierno se abra a una posible bajada de los impuestos, sobre todo del IVA»
Rubén Sánchez, secretario general de FACUA.
En nuestro país, aparte del IVA general (21%), se aplican el reducido (10%) y el superreducido (4%). Desde FACUA, Rubén Sánchez nos explica: “Se podría bajar el IVA de los primeros kWh consumidos. O aplicar el 4% a los primeros KWh, y el 10% a los restantes. Fórmulas hay muchas, aunque no hacemos una propuesta en concreto. Pero sí es necesario que el Gobierno se abra a una posible bajada de los impuestos, sobre todo del IVA”.
Otras reivindicaciones
FACUA también lamenta que no se acelere el cumplimiento de los compromisos programáticos del gobierno de coalición, al inicio de la legislatura, en política energética. Entre ellas, la bajada del elevado precio del término de potencia, un abaratamiento de los primeros kWh consumidos y la eliminación de la sobrerretribución que reciben en el mercado mayorista tecnologías instaladas en un marco regulatorio anterior a la liberalización. Es decir, la diferencia entre el precio de producción -más barato si se abastecen con energía nuclear e hidráulica- y los ingresos extras. Ingresos que se disparan cuando la demanda eléctrica es alta, como sucede cuando aprieta el frío.
