Nueva performance separatista. El pasado sábado el grupo Desobediència Civil proclamó el municipio gerundese de Bàscara «territorio liberado» de España dentro de la República catalana. Así lo difundieron en las redes sociales, donde se puede observar que instalaron distintos puntos fronterizos —de carácter falso— en los que entregaban una pasaporte «catalán» a los que lo cruzaban, así como propaganda secesionista. Asimismo, decenas de radicales cortaron el tráfico de la carretera principal.
Con estas acciones, sus promotores aseguraron haber «liberado esta ciudad, que queda automáticamente bajo el control de la República catalana». De esta manera, explicaron en un comunicado que habían conseguido ejercer un «control efectivo» sobre la localidad, que «ya no estará sometido a la ley española» sino que allí «regirán los Derechos Humanos y las normas internacionales hasta aprobar una legislación catalana propia». También advirtieron que prohibían la entrada a «las fuerzas de ocupación, elementos de tiranía y autoritarismo del Estado».
En la propaganda repartida por los activistas nacionalistas, de color amarillo y morado, se explicaba en diez normas que iban a aplicarse en este territorio genuinamente nacionalista desconectado de la «tiranía» española. Dos de los puntos que llaman más la atención es que se declarará el catalán «como única lengua oficial» y que «serán expulsados los intereses españoles» . También, que Bàscara será una «población feminista y LGTB». Tras la acción llevada a cabo por los secesionistas, uno de los falsos puntos fronterizos apareció desmontado, hecho que fue denunciado por Desobediència Civil como un «ataque fascista».