Pese a que, según los datos, la inmersión lingüística catalana perjudica a los más desfavorecidos —los castellanohablantes, de menor renta, fracasan el doble que los catalanohablantes—, la izquierda catalana sigue defendiendo a ultranza el veto al castellano escolar. Es el caso de los comuns, cuya líder, Jéssica Albiac, rechazó con contundencia el modelo trilingüe que propone el Partido Popular y Ciudadanos, así como la «ocurrencia de una educación segregada» en dos líneas en función del idioma —varios medios han interpretado que este modelo es el que defiende Graupera y Ponsatí, pero en realidad su partido, Alhora, ha propuesto una doble red pero sin castellano en ninguna de ellas—.
«Dejemos la inmersión lingüística tranquila, dejemos la escuela catalana tranquila, y centrémonos en el problema actual, que es la crisis educativa», ha explicado Albiach. Lo ha hecho en un desayuno informativo organizado por Nova Economia Fòrum en Barcelona, en el que ha sostenido que «hay que quitar al catalán del partidismo, blindar el acuerdo conseguido esta pasada legislatura y parar la ofensiva judicial del PP y Vox». Cabe recordar que los comunes se sumaron a los nacionalistas y el PSC para crear una ley catalana que frenase la sentencia del 25% de castellano escolar.
